viernes, 28 de mayo de 2010

San Clemente




San Clemente
Raymond Depardon

¿Qué direcciones dará este fotógrafo francés antes de ponerle rec a la cámara?

Sus fotos son impresionantes, su discurso siempre es fuerte y contundente, sus encuadres son perfectos; Sin embargo creo que lo que más cabe destacar sobre el trabajo de Raymond Depardon es su silencio. ¿ Cómo es que sin decir nada logra que las situaciones fluyan ? Una vez que Depardon se pone la cámara al hombro este desaparece por completo, se mantiene frío y distante ante cualquier suceso, pero su cámara sigue ahí y los pacientes la notan, lo confrontan pero Depardon siempre responde con silencio. En San Clemente no sólo vemos como es que funciona esta institución en Venecia, sino que vemos como es que los locos reaccionan ante la cámara dado que Depardon no edita las partes en que los pacientes lo voltean a ver, sino todo lo contrario nos deja ver como es que cada paciente reacciona ante la cámara.

La maestría de Depardon también se encuentra en la manipulación de la cámara. El sabe perfectamente donde ponerla como encuadrar, que hace y que no hacer, que dejar dentro de cuadro y que dejar fuera; Cosa que considero importantísima a la hora de hacer un documental, Depardon a diferencia de Wiseman deja fuera de cuadro escenas crudas o impactantes dejando a cambio las sutilezas y los detalles logrando con esto un lugar para la reflexión, deja momentos amenos y momentos catárticos que hacen poesía.

Depardon no se preocupa por encontrar situaciones, pues sabe que estás se van a dar y gracias a esto se adelanta a la situación misma en lugar de esperarla. Es sorprendente como parece que las secuencias están planeadas pues el sexto sentido que tiene este documentalista hace que vea más allá y los movimientos de cámara anticipen la acción. Un ejemplo de esto es en una de las muchas escenas en el jardín donde vemos a un paciente predicar o hacer unos rzos para teminar en un paciente parado de cabeza imitándolo.

La cámara de Depardon hacer relación con personajes, logra unir la locura de todos en una sola sala, en una sola toma.

Dario un personaje que encaja y tiene una gran sintonía con la cámara nos hace ver lo que es estar ahí, en ese lugar para enfermos. Nos hace ver que aunque en este psiquiátrico hay luz uno tiene que salir, nos hace ver que cuando hay grandes cantidades de gente en la misma situación, no ayuda a nadie sino que los pone peor.

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