sábado, 29 de mayo de 2010

Délits Flagrants



Délits Flagrants

Raymond Depardon

Quién se fijaría en un edificio con muros pesados y oscuros?,¿ quién se fijaría en personas grises que cumplen una rutina? ¿quién se fijaría en el palacio de justicia de Paris?

La respuesta es Derpardon, quien continúa con su silencio, con esa mirada mágica en la que la cámara crea situaciones sin que nos demos cuenta. Su observación hace que los lugares más aburridos, monótonos y burocráticos, como lo son las instituciones, se conviertan en una puerta abierta no sólo a encontrar situaciones interesantes, sino para encontrar realidades que parecen propiamente de la ficción.

Delitos flagrantes es un documental que nos muestra el día a día de las personas que conforman el tribunal de justicia, desde los que hacen el interrogatorio en la prefectura de policía hasta los abogados que tienen que lidar con clientes que fueron “cachados con las manos en la masa”. En este trabajo podemos encontrar personalidades fuera de serie que nos hacen reír e impactarnos con lo que piensan y dicen, tanto con una reflexión sobre la institución misma.

Ahora, como bien decía en la entrada de San Clemente, Depardon es un mago que utiliza la cámara como nadie que se anticipa a la reacción del documentado de manera casi predigistadora para anticipar las situaciones que se van a crear. Sin embargo, en este tra que bajo deja la cámara fija, demostrándonos que no es sólo un mago de la fotografía sino también del montaje. Deaprdon sabe hacer una selección de imágenes y de eventos tan precisos en los cuales no es necesario mover la cámara, la situación se da sola y todo pasa en frente de una cámara quieta.

Mediante un ejercicio de observación distante, Depardon nos confunde para después reafirmarnos que el cine objetivo no existe. Sin embargo, me parece que lo interesante de este proyecto es precisamente eso, darnos una mirada subjetiva que se pierde con la distancia del autor.

Una vez visto este documental resulta muy interesante ver 10ª sala, instantes de audiencias. Donde Depardon vuelve a indagar el funcionamiento del sistema judicial francés. Aquí podemos ver como se resuelven los juicios a delitos menores en los que la gente tiene que afrontar sus faltas de la vida cotidiana como lo son las multas de tránsito.

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